En Cosas de Gatos hemos asistido al curso impartido por Laura Trillo de Terapia Felina en Ludocan (Barcelona). En resumen: un encuentro recomendado, necesario y cercano.
¿En qué consiste el curso?
En la web de Terapia Felina podéis consultar el calendario de cursos. Los conceptos que se tratan van desde el origen del gato, hasta su morfología, su lenguaje corporal, la llegada de gato a casa, la adopción, el cuidado y comportamiento del gato, las enfermedades, la conducta anómala, etc.
¿A quién va dirigido?
El curso debería hacerlo todo amante del gato y/o persona que está en contacto con este excepcional animal.
Y cuando decimos deber es en el sentido más estricto de la palabra. Si bien no se puede obligar a nadie a nada, si tienes cierto trato con gatos “deberías” preocuparte por su bienestar.
Y, lamentablemente, no solemos nacer aprendidos. El gato a menudo ha sido y es un animal repudiado y prácticamente forzado a compartir la vida con nosotros.
No decimos que vivir con gatos domésticos esté mal, solamente que a veces no sabemos captar la esencia del animal, cuidarlo cómo se debe, no pagar nuestros males contra el gato y, en definitiva, generar un entorno de bienestar para ellos y para ti.
Todo lo que pueda ayudar a cambiar este desconocimiento debería ser prácticamente una obligación personal. Y este curso ayuda.
Crónica (19-20 noviembre – Ludocan – Barcelona)
En resumen, nuestra visión del curso se podría resumir en:
- El gato, el protagonista. Un curso lleno de experiencias, de emociones y de gatos, sobre todo de gatos. No estaban físicamente pero hacían acto de presencia.
- Amar a los gatos es entenderlos. Laura los entiende, los ama, se acerca a ellos, los escucha. Y todos los que hemos asistido también queremos hacerlo.
- Miles de gatos han formado parte de la vida de Laura, y eso se nota. La teoría es buena e incluso necesaria, pero la práctica puede llegar a desmentir algunos aspectos muy arralados en nuestra sociedad.
- Nosotros conocemos a nuestros gatos, pero no siempre los escuchamos sin juzgarlos. El curso es una puerta abierta que invita a comprender mejor a tu compañero de camino, el gato.
Los compañeros del curso
En Cosas de Gatos nos gustaría hacer un pequeño guiño a cada uno de los asistentes que, junto a Laura Trillo y su perra Eva, han hecho que sea tan especial:
- Obama no quiere más gatos en casa, con su perrita amiga y con Ariadna tiene suficiente, por el momento. Ella ha decidido estar con esta fisioterapeuta animal tenaz, luchadora y amante de lo que hace y de los animales.
- Noa y Calas comparten casa con dos perritas y con Adela, una mujer muy abierta de mente que, gracias a conocer a estas dos preciosuras, ha podido captar lo especiales que son los gatos.
- Gabriel comunica con animales, y su gata maestra Mixa lo eligió a él. Picó a su puerta para acompañarle y enseñarle a comunicar con los gatos.
- La gata de Esther mama del cuello de su “mami humana”. Parece que ambas van a relajarse mucho tras este curso.
- Susana vive con dos gatos (Nina y Lucky) y un perro (Dogui), no son los primeros que pasan por su vida. Pasión por sus animales, que ya empiezan a agradecerle que ella se interese por entenderlos mejor.
- Cristina colabora con una protectora, vive con una gata (Yala) y un gato (Pukhet) que son hermanos. Cristina podría ser una diseñadora que también decide diseñar una vida mejor para estos felinos.
- José Luís repite curso para poder entenderlo todo y arreglar pequeñas diferencias entre su gata y su gato, que le alertan de la necesidad que tienen de solventar estos temas.
- Tereza vive con 3 gatos, su acento no es catalán cerrado –como bien nos indicó- es checa y tiene una alta capacidad de encontrar soluciones: ya tiene 4 opciones para ayudar a una de sus gatitas. Lo más complejo es aplicar una de ellas, pero su gata sabrá escoger bien.
- Gloria: Priscila, Canelita Fina, Señor Mandela y Cleopatra. Le enseñan día a día a no pasar “de rasquis” por la vida. Terapia pura para una comprometida con los animales que ya no pasa desapercibida.
- Patri conoce bien a los gatos, ahora vive con 4. Tenaz y defensora de toda buena práctica, con sus pros y sus contras. Se nota que lleva tiempo intentando entender mejor a los gatos.
- Mireia vive con un gatito (Neco) y una gatita (Daenerys), son de raza y son preciosos. En Andorra colabora con una protectora y tiene una alta dedicación a crear un buen entorno para sus compañeros felinos.
- Lorena comparte su vida con Blau, un peluchito cariñoso, sociable y encantador. Ahora lo mira con otros ojos, dice que ha cambiado.
- Kato y Saya, los gatos que nos han invitado a crear Cosas de Gatos, también han estado ahí. Ya empiezan a decirnos cosas, esperamos poder escucharlos con atención.
¡GRACIAS a tod@s!
Poco a poco nos gustaría informarnos más sobre muchos de los temas tratados en el curso. Y, cómo no, compartirlo con todos vosotros.
6 comentarios
Hola sobre todo a los participantes!
Solo comentaros que el tema de mi Kissa ya parece estar cerrado. Después de más de un mes con las flores de Bach se veía mucho más animada, ahora juega un montón con mi otro gato, Suau, y los tres juntos suelen dormir uno al lado del otro.
Volví a consultar su «mirada triste» con Laura y me comentó que tras el cambio de comportamiento sigue sintiendo pena por la gata que se quedó en la protectora (que no quiere decir que tienen que vivir juntas, simplemente que hay que buscarle adopción).
Antes de que tuviera tiempo para decidir, si la adopto yo o la acojo o busco otra manera de ayudarle, me mandaron mail de la protectora que ahora, después de 2 años allí la han pedido para adopción.
Curiosamente, 2 días más tarde, la Kissa me dejó, primera vez después del año y medio en mi casa, que la tocara.
Cosas de gatos… :-)
Así que un final feliz, espero.
uauuuu Tereza! Otra historia preciosa de gatos. Es que no nos dejan de sorprender, cuando tú estás tomando decisiones, ellos ya hace tiempo que la tomaron por ti. Menos mal que la otra gatita encontró hogar y que la tuya se ha sacado esa pena de encima. Un abrazo muy fuerte a tod@s ^^
Todo eso ya lo hice y parece que lo hemos hecho bien porque ya los podemos dejar sueltos en casa cuando nosotros no estamos. Han habido bufidos y gruñidos por parte del gato antiguo y capones por parte del nuevo. Lo bueno es que el nuevo ya estaba habituado a otros gatos y no tuvo ningún problema en adaptarse, el problema era el antiguo. Todo esto no quiere decir que sean amiguísimos pero se soportan sin bufidos ni gruñidos de por medio.
Ahora me preocupa que veo al nuevo un poco ‘apagao’ de estado de ánimo, pero ese es otro tema.
Muchas gracias!
¡Hola Adela! Gracias a ti, y sí, esperamos coincidir. Seguro que así será :)
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Ana, nos contaron alguna cosilla de cómo «juntar» dos animales o más. Ya sean gatos o gato con perro, por ejemplo. Lo que principalmente nos contaron es la manera de introducirlo en casa, como si la parte inicial del contacto fuera la más importante.
Nosotros ahora seguramente hagamos de «canguro» de la gatita de una amiga y tendremos que hacer lo mismo para Kato y Saya.
Te cuento un resumen, pero en breve haremos un artículo sobre ello, para poder encontrar más info y poder consultar a gente sobre sus experiencias.
En tu caso, son machos los dos, ¿no? ¿estás castrados? Si es que sí, es más sencillo.
La idea es que cuando los presentes, crees un «entorno seguro» para el que llega nuevo. Podría ser el baño o una habitación en la que tenga de todo -bandeja, comida, etc- pero seperadas una cosa de la otra. Ese será su minipiso hasta que el nuevo decida salir.
Con el nuevo huésped metido en una transportín, dejas entrar en momentos puntuales al que ya está en la casa. Que se pasee por su lado. El transportín debería tener cierta visibilidad para que el otro lo vaya viendo pasear por ahí.
Mira qué reacción tienen. Si el que está en el transportín chilla (no maullar, sino chillar) o el de fuera lo hace, mal momento. Una cosa es que se bufen y se den dos collejas cuando se vean, eso es normal, pero el grito puede suponer pelea fuerte.
La idea es que dejes salir al nuevo en presencia del que ya tienes en casa cuando veas que la situación es más bien de ignorarse uno al otro, o de tolerarse. Seguramente aún así se den un par de capones cuando se vean por primera vez sin barreras, no pasa nada. Es una manera de ir presentándolos para que la entrada no sea tan brusca, ni ninguno sienta amenaza.
Si ves que en seguida se llevan «bien», más rápida será la presentación. Eso es ir observando que más o menos se sientan cómodos, sin dejar de ser gatos, pero cómodos.
Por lo que comentas, en tu caso ya viven juntos. Igualmente creo que te podría ir bien ponerlo en práctica. Empezar desde cero.
¿Hay alguna cosilla que ves que estén haciendo que te preocupa?
¡¡Un abrazo!!
http://www.cosasdegatos.es
Me gustaría saber qué os han contado sobre convivencia entre gatos, pues el viernes ha llegado un nuevo gato a casa y al principio hay que tener mucha paciencia para conseguir que se acepten, sobretodo, que es lo que NO hay que hacer?
Un saludo.
Ana B.
GRACIAS!! me ha encantado tus comentarios sobre nuestros amigos los gatos/gatas. La verdad es que han sido muy acertados y sensibles .
Espero poder hacer algun otro curso y podamos coincidir porque todos me habeis hecho querer más a mis gatitas y me tranquiliza que haya personas que se preocupan y cuidan con mimo a estas criaturas tan excepcionales. Besos . Adela
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